jueves, 20 de mayo de 2010

NOS CUENTA MARIA CRISTINA..........

"El 1ro. de septiembre de 1915 se inaugura el mercado Intendente Crespo en la calle Río de Janeiro (ex Gran Chaco, denominado así cuando sólo era un zanjón por donde había circulación de agua, de allí las frecuentes inundaciones de la esquina Río de Janeiro y Sarmiento) y Ramos Mejía entre Franklin y Machado con 40 puestos de venta. A fines de siglo había funcionado allí (en Río de Janeiro, Cangallo y Lambaré) un matadero de ovejas al que llegaban las majadas por el Boulevard La Plata"
Dice Vicente Cutolo en su libro "Barrios de Buenos Aires." refiriéndose a la zona del mercado "ésta era una zona de potreros; hornos de ladrillos y quintas de verduras; de fuerte influencia italianizante antes y a principios de siglo, facilitada en su mayor parte por los dueños establecidos en las quintas que atraía a sus paisanos." En cuanto al barrio de Almagro, su vecino más próximo, cuenta Cutolo, que había mansiones de arquitectura señorial que se levantaban en sus principales calles, lo que hacía de Caballito un barrio con algunos sectores con ciertos caracteres aristocráticos, aún se conservan algunas casas y el ombú en Río de Janeiro y Yatay; en Río de Janeiro y Querandíes se encontraba el otro ombú (hoy destruído muy posiblemente por el paso del tiempo) llamado "de los cuarteadores" que ayudaban a la yunta a repechar la calle Río de Janeiro.
La casona de Don Agustín Canale en Rivadavia 4682/86 ocupaba los terrenos de una amplia quinta que dio lugar posteriormente a la creación del Parque Centenario sobre el famoso Camino de Gauna hoy Díaz Vélez.
Entre los palacios de Caballito se encontraban los de las familias:
de Duportal-Videla; Dorma-Mulhall (conocido con el nombre de Lambaré, provista de una hermosa y antigua arboleda y que le daría el nombre a la calle) el de Villanueva entre otros más.
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En cuanto al mercado recuerdo que allá por los años 50 solíamos ir con mi madre a hacer las compras diarias ya que había puestos de carne, verdura, fiambres, pan, pescados, el puesto de los pollos y huevos y hasta la señora que vendía ropa. Los puestos eran numerosos y no había uno solo que se dedicara a determinado rubro sino que había varios de cada uno. Por eso a quienes más recuerdo eran al carnicero don Catáneo y al verdulero don Nicola (según él traía la verdura "bien fresquita, recién sacada de la quintita") y a quienes mi madre siempre les compraba. Era un mercado muy grande, de techo muy alto que lo hacía más amplio aun, con muchos puestos, por lo general sus dueños eran italianos. En cuanto a su fachada exterior recuerdo que había una palmera en el centro las mismas que hoy están en el patio de la escuela; y una entrada principal con dos portones de rejas color verde y donde nos gustaba treparnos mientras los mayores hacían sus compras.
Recuerdo también que esa era una manzana de casas bajas con plantas, muchas que llamaban poderosamente mi atención, enredaderas y numerosos árboles como la casa donde vivía un empleado de mi padre que tenía una importante peluquería para caballeros en la calle Corrientes, (cuando corrientes era angosta) justo donde hoy se encuentra la sucursal del Banco City, don Manuel Morán, estaba esta vivienda al lado del mercado, y que tuvo que dejar cuando se demolió parte de esa manzana, a fines de los años 60 o comienzos de los 70. (los años no los recuerdo bien porque nos mudamos a Ramos Mejía con mi marido y mis hijos).

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