jueves, 20 de mayo de 2010

NUESTRA ESCUELA

En 1910, en homenaje al centenario de la Revolución de Mayo y coincidiendo con la visita de la Infanta Isabel al país, se le llamó “Año del Centenario”
Desde entonces, a los terrenos destinados a esparcimientos de la población, ubicados en el barrio de Almagro-Caballito, se le conoce como “Parque Centenario”
Mediante gestiones realizadas durante el año 1919 ante el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, éste sancionó la Ordenanza por la cual se creaban las “colonias de vacaciones” en bien de los niños cuya salud requería especial atención, que no podían recibir en sus hogares carentes de recursos.
En 1929 se inauguró la “colonia Centenario” cuyo nombre debió al parque que la circundaba.
Fue ésta la primera etapa del establecimiento que después de varias modificaciones en su función específica, dio origen a la Escuela Municipal Asistencial “Centenario”, creada por ordenanza 19.180, del 5 de diciembre de 1962, por considerar que los establecimientos municipales, disponían de los elementos necesarios para realizar una tarea educativa integral, contando con personal docente capacitado para la enseñanza primaria.
El 1º de diciembre de 1979, por decreto Nº 5.442, se produjo el traspaso de las Escuelas Asistenciales Municipales, a la Secretaría de Educación de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, con modalidad de escuelas de jornada completa. Nuestra escuela pasó a ser: Escuela Nº 7 D. E. 2º “Centenario”.
El 9 de marzo de 1981, dejó el viejo edificio, ubicado dentro del parque, que le dio cabida desde sus orígenes, y se instaló en el nuevo, sito en la calle Río de Janeiro 986.
Junto a la mudanza perdió momentáneamente su nombre, el que le fue restituido el 20 de octubre de 1982, denominándose desde entonces

Escuela N° 7 D.E. 2 “Del Centenario”

Testimonios

NOS CUENTA MARIA CRISTINA..........

"El 1ro. de septiembre de 1915 se inaugura el mercado Intendente Crespo en la calle Río de Janeiro (ex Gran Chaco, denominado así cuando sólo era un zanjón por donde había circulación de agua, de allí las frecuentes inundaciones de la esquina Río de Janeiro y Sarmiento) y Ramos Mejía entre Franklin y Machado con 40 puestos de venta. A fines de siglo había funcionado allí (en Río de Janeiro, Cangallo y Lambaré) un matadero de ovejas al que llegaban las majadas por el Boulevard La Plata"
Dice Vicente Cutolo en su libro "Barrios de Buenos Aires." refiriéndose a la zona del mercado "ésta era una zona de potreros; hornos de ladrillos y quintas de verduras; de fuerte influencia italianizante antes y a principios de siglo, facilitada en su mayor parte por los dueños establecidos en las quintas que atraía a sus paisanos." En cuanto al barrio de Almagro, su vecino más próximo, cuenta Cutolo, que había mansiones de arquitectura señorial que se levantaban en sus principales calles, lo que hacía de Caballito un barrio con algunos sectores con ciertos caracteres aristocráticos, aún se conservan algunas casas y el ombú en Río de Janeiro y Yatay; en Río de Janeiro y Querandíes se encontraba el otro ombú (hoy destruído muy posiblemente por el paso del tiempo) llamado "de los cuarteadores" que ayudaban a la yunta a repechar la calle Río de Janeiro.
La casona de Don Agustín Canale en Rivadavia 4682/86 ocupaba los terrenos de una amplia quinta que dio lugar posteriormente a la creación del Parque Centenario sobre el famoso Camino de Gauna hoy Díaz Vélez.
Entre los palacios de Caballito se encontraban los de las familias:
de Duportal-Videla; Dorma-Mulhall (conocido con el nombre de Lambaré, provista de una hermosa y antigua arboleda y que le daría el nombre a la calle) el de Villanueva entre otros más.
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En cuanto al mercado recuerdo que allá por los años 50 solíamos ir con mi madre a hacer las compras diarias ya que había puestos de carne, verdura, fiambres, pan, pescados, el puesto de los pollos y huevos y hasta la señora que vendía ropa. Los puestos eran numerosos y no había uno solo que se dedicara a determinado rubro sino que había varios de cada uno. Por eso a quienes más recuerdo eran al carnicero don Catáneo y al verdulero don Nicola (según él traía la verdura "bien fresquita, recién sacada de la quintita") y a quienes mi madre siempre les compraba. Era un mercado muy grande, de techo muy alto que lo hacía más amplio aun, con muchos puestos, por lo general sus dueños eran italianos. En cuanto a su fachada exterior recuerdo que había una palmera en el centro las mismas que hoy están en el patio de la escuela; y una entrada principal con dos portones de rejas color verde y donde nos gustaba treparnos mientras los mayores hacían sus compras.
Recuerdo también que esa era una manzana de casas bajas con plantas, muchas que llamaban poderosamente mi atención, enredaderas y numerosos árboles como la casa donde vivía un empleado de mi padre que tenía una importante peluquería para caballeros en la calle Corrientes, (cuando corrientes era angosta) justo donde hoy se encuentra la sucursal del Banco City, don Manuel Morán, estaba esta vivienda al lado del mercado, y que tuvo que dejar cuando se demolió parte de esa manzana, a fines de los años 60 o comienzos de los 70. (los años no los recuerdo bien porque nos mudamos a Ramos Mejía con mi marido y mis hijos).

Viejo mercado

Nos visitó nuestro antiguo vecino Hugo González con interesantes relatos y nos dibujó un plano del antiguo mercado que nosotros digitalizamos y presentamos a continuación:



Se trasladó a la calle Franklin

Recuerdos de una vecina

Antiguamente donde hoy se encuentra la escuela Nº 7 D.E. 2º “Del centenario”, funcionaba un mercado municipal donde había diferentes puestos de venta: como ser almacén, carne, pollos, verduras, frutas y hasta una mercería.
Comencé yendo con mi madre cuando tenía 11 años.
Cuando lo demolieron lo sentí, pero al saber que allí mismo se construiría una escuela me alegró mucho.

LA VIDA EN LA ESCUELA ASISTENCIAL


La entonces escuela asistencial “Centenario” funcionaba en dos turnos a cargo de dos docentes diferentes: el primero de 8 a 12.15 hs, el segundo de 13.30 a 17.15 hs.
Había un receso en el cual los chicos concurrían al comedor a almorzar acompañados por su maestra del turno mañana que se quedaba con ellos hasta la llegada del docente del turno tarde a las 13 horas. Los alimentos se cocinaban en la misma escuela, el personal de comedor estaba formado por varias meseras que los atendían con dedicación y cariño. La comida ¡riquísima! muy bien balanceada para una correcta alimentación. Los chicos disfrutaban un sabroso almuerzo. A la mañana, al ingresar a las aulas, desayunaban y antes de retirarse, a la tarde merendaban. Por lo tanto recibían desayuno, almuerzo y merienda.
A las familias muy carenciadas se les daba comida que los chicos llevaban a su casa acondicionada en un recipiente traídos por ellos.
Luego de almorzar tenían un tiempo de descanso. Durante el mismo podían realizar juegos tranquilos, dormir un ratito, sobre todo los más pequeños utilizando colchonetas que había en la escuela. Otros disfrutaban leyendo libros de su preferencia.
A continuación comenzaban las actividades recreativas y apoyo escolar a cargo del docente del turno tarde.
Dicho turno incluía, además actividades a cargo de profesores especiales: jardinería que se desarrollaba en un terreno lindante a la escuela ¡lindísimo! cubierto de plantas y flores que los chicos cultivaban y cuidaban bajo la dirección del encargado del predio. Esta persona vivía en el lugar y enseñaba a los chicos todo lo referente al cuidado de las plantas. De allí han salido espectaculares arreglos florales realizado por los alumnos.
Música danzas, folklóricas, actividades prácticas, plástica, taller de cerámica con su respectivo horno.
Apicultura, actividad a la cual los chicos concurrían con máscaras y ropa especial para protegerse de las posibles picaduras de la abejas.
Educación Física, preparados por el profe Ismael que también durante muchos años profesor de la nueva escuela. Los niños concurrían preparados por él, una vez al año a una exposición de actividades y destreza física en el entonces Parque Sur, al lado del autódromo, obteniendo casi siempre el primer puesto cuando no el segundo o el tercero.
Además la escuela contaba con un consultorio médico, atendido diariamente por un pediatra, el querido Dr. Dallaporta, todavía me parece verlo con su delantal blanco caminando por los jardines de la escuela, y dos enfermeras que colaboraban con él.
Un consultorio odontológico con una odontóloga, la Dra Constanzo, muy querida por los chicos por su dulzura al atenderlo y que mediante juegos hacía que perdieran el miedo al torno.
Un salón de peluquería a cargo de un peluquero. Y como si todo esto fuera poco otro salón muy amplio con personal de costura al cual los chicos concurrían cuando se les descosía algo en su ropa (sobre todo bolsillos y botones.
Para los chicos muy carenciados distribuían ropa nueva enviada por la entonces Dirección de Acción Social de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires.
Había una salita de Asistencia Social en la que trabajaban dos asistentes sociales que se ocupaban de concurrir a los hogares, detectar las necesidades para luego proporcionarles la ayuda social que necesitaran.
Durante el verano esta escuela funcionaba como Colonia, donde además de desarrollar las actividades características, contaban con una pileta de natación, de forma circular, en forma de foso, atendida por docentes y profesores de Educación Física
El carácter asistencial de estas escuelas fue eliminado en la gestión Cacciatore, pasando a ser escuelas comunes dependientes del Consejo Nacional de Educación.
Más adelante hubo un traspaso de todas las escuelas a la Municipalidad, hoy llamado Gobierno de la Ciudad.
Es lamentable que estas escuelas hayan dejado de funcionar porque proporcionaban una atención integral a niños con con dificultades socio-económicas.
Actualmente estas necesidades socio-económicas no han desaparecido pero el Gobierno de la Ciudad no se hace cargo de manera integral. El docente debe desviar su función pedagógica hacia actividades asistenciales.
La vida e historia de esta escuela, la escuela asistencial Centenario se desarrolló muy cerquita de aquí, a muy pocas cuadras, Röentgen 15 fue su lugar. En el año 1982 parte del personal docente de la escuela asistencial se trasladó y continuó trabajando en esta escuela, que a partir de entonces de entonces se convirtió en la


ESCUELA Nº 7 – D.E. 2º “DEL CENTENARIO”

Revista "Anteojito"

Corría el año 1984, muy poco después de la mudanza, y de la revista "Anteojito" decidieron venir a hacer una nota en esta Escuela en homenaje al Día del Maestro, la cual salió publicada el 6 de septiembre de ese año y vemos a la señorita Adriana con sus chicos.

viernes, 14 de mayo de 2010

Escuelas Cacciatore

Porque un intendente porteño, que ocupó ese cargo entre los años 1976 y 1982, las hizo construir.
Su nombre era Osvaldo Andrés Cacciatore; (1924-2007) fue un militar argentino que alcanzó el grado militar de brigadier; Cacciatore había egresado de la Escuela de Aviación Militar en 1946 como abanderado de su promoción.
Su carrera militar estaba apenas en el comienzo cuando se plegó, en 1951, al intento de golpe de Estado liderado por el general Benjamín Menéndez y tuvo que exiliarse en Montevideo después de la frustrada asonada. Regresó al país con la Revolución Libertadora, en 1955, y fue reincorporado a la Fuerza Aérea como capitán. Cabe destacar que previamente había piloteado uno de los aviones de la Fuerza Aérea Argentina que participaron de Bombardeo de la Plaza de Mayo, el 16 de junio de1955, que causó más de 300 muertos.
Fue Intendente de facto de la Ciudad de Buenos Aires entre 1976 y1982, designado por el Decreto Nacional durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional.
Impulsó profundas reformas en la capital de la República Argentina con medidas enérgicas.
Decidió llevar a cabo el controvertido Plan de autopistas urbanas, pero solamente se concretaron la Perito Moreno y la 25 de Mayo. Intentó erradicar las villas miserias. Fue un gobernante ilegítimo, y es recordado como un intendente que promovió obras de gran infraestructura que aumentaron escandalosamente el gasto público. Algunos lo prefieren recordar como uno de los pocos militares eficientes en el cargo que ostentaron durante la dictadura.
Durante su intendencia, el barrio de Parque Chas pasó a formar parte del barrio de Agronomía al sancionarse la ordenanza 32.912. La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en el 2005 permitió anular lo dispuesto por Cacciatore y Parque Chas recuperó el rango de barrio, por lo que se convirtió en el último barrio de los 48 que integran oficialmente Buenos Aires.
Durante su intendencia se promovió de manera fraudulenta la venta y la demolición del estadio "Viejo Gasómetro" del Club Atlético de San Lorenzo de Almagro.
Su gestión al frente de la ciudad de Buenos Aires fue polémica por las obras que llevó adelante y también por aquellas que sólo quedaron como propuestas. Cacciatore defendió siempre su trabajo, que, con adherentes y críticos, cambió buena parte del diseño de la Capital Federal. El plan de autopistas fue su emblema.
Cuando asumió, a comienzos de la última dictadura, abrazó la idea de preparar la ciudad para recibir con otra cara el Mundial de fútbol, acontecimiento deportivo que los países buscan como carta de presentación internacional. El costo económico o social no detuvo a Cacciatore. Tres mil casas fueron expropiadas para cortar en dos el ejido urbano porteño y levantar la autopista que unió el sudoeste de la ciudad con el centro. Su plan resultaba ambicioso y abarcaba la construcción de al menos nueve autopistas en la Capital Federal. Con el tiempo se harían algunos tramos de los proyectados, como la unión del extremo norte de la avenida 9 de Julio con la Costanera cercana al Aeroparque, o el acceso entre La Plata y la ciudad. Sin embargo, la iniciativa ideada en los años 70 quedó trunca.
No fue ese plan vial el que motivó los mayores problemas posteriores a Cacciatore. El megaproyecto de Interama, un enorme parque de diversiones, terminó con el ex intendente ante la Justicia a fines de los 80. Cacciatore pensaba que esa obra tendría más de 15 millones de visitantes por año y distinguiría a la ciudad como un punto de atracción mundial. Su descomunal torre quedó como mudo testigo de una idea que fracasó.
La creación del Ceamse también fue producto de un acuerdo entre Cacciatore y la provincia de Buenos Aires, en otra propuesta de emprendimiento gigantesco que quedó sólo como descomunal depósito de basura.
En cambio, logró llevar adelante un vasto plan de construcción de escuelas Después del año 1976, con la transferencia de las escuelas primarias a las provincias y a la Municipalidad, cada provincia debió hacerse cargo de sus edificios. Así, la Capital Federal inició el Plan 60 bajo la intendencia de Cacciatore. Los estudios de arquitectura convocados por la Municipalidad de Buenos Aires debieron planificar y construir 30 escuelas en un año, respondiendo a la consigna del comitente que fue en un principio diseñar escuelas de tiza y pizarrón y luego, surgida de una propuesta renovadora, responder a la necesidad de contar con un espacio educativo integrador con un amplio desarrollo curricular dando mayor importancia a las materias especiales. En estos edificios comienza a aparecer el concepto de flexibilidad y el diseño de nuevos espacios como los patios taller, la huerta y el SUM, comunicados muchas veces por cerramientos corredizos y superficies vidriadas, con estructura de hormigón armado y ladrillo a la vista, muy característica de estas escuelas. Estas escuelas poseen, en general, espacios abiertos amplios si los terrenos lo permiten o terrazas para la recreación donde los terrenos son más pequeños. La segunda etapa de este plan se realiza por concurso de antecedentes y anteproyectos de diferentes estudios de arquitectura, de lo que surgen propuestas alternativas en el diseño de los diferentes espacios.
Seis años exactos duró su intendencia. El 1° de abril de 1982, Cacciatore dejó su despacho y terminada ya su gestión siguió con su actividad política desde distintos sectores.

Testigos de otros tiempos




Viejos testigos del lugar, presidían la entrada al viejo mercado, dando sombra y cobijo a quienes se protegían bajo su sombra y hoy presencian el incansable corretear de los niños, centenarias ya merecen todo nuestro cuidado y cariño.











Apenas si la vemos acá, pero allí está, presidiendo la entrada al comedor; seguramente con su sonido anunciaba que la comida ya esperaba en las mesas.

Ahora está ubicada en el patio cubierto, junto a la escalera; ya no se escucha sonar a diario, ha sido desplazada por el moderno timbre computarizado. Pero….. si se corta la luz o es necesario nuevos llamados de atención … solo entonces deja oir su voz.

lunes, 10 de mayo de 2010

Centro Cultural

En nuestra Escuela, en turno vespertino, funciona un importante Centro Cultural:

http://www.cclolamora.blogspot.com/
alolamora@gmail.com

Avenida Röentgen

La primera dirección de nuestra escuela fue Röentgen 15
Esta calle es una avenida de tan solo una cuadra que corre actualmente entre el costado del hospital oncológico Marie Curie y la playa de estacionamiento del mismo; ha sido remodelada no hace mucho.
Se le asigna su nombre en 1943; en homenaje a Guillermo Conrado Röentgen (1845-1923), físico alemán, descubridor de los rayos X, premio Nobel de Física en 1901.
Caballito posee las avenidas más cortas de la ciudad de Buenos Aires. Se trata de cinco arterias que se dibujan como radios en el Parque Centenario. Son consideradas avenidas por su ancho y porque poseen una plazoleta o boulevar en el centro, pero tienen una extensión de sólo una cuadra.

Nuestra Biblioteca

...... Y aquí estamos....., después de 28 años en este edificio, y mucho más en el antiguo, la Biblioteca ha crecido muchísimo. A pesar de ser varios los años que transcurrieron no fueron muchas las bibliotecarias que nos dedicamos a organizarla y hacerla crecer.
Nuestra Biblioteca no tiene un nombre especial; toma el mismo de la Escuela: “Del Centenario”.
Cuando la escuela llegó a este edificio la Biblioteca estaba a cargo de la Sra Norma Scarnatti; (que aparece en la foto) ella la atendía sola y estaba todo el día; al tiempo llegaron Noemí Elbaum, nombres éstos que ustedes no recuerdan, y Elda Morras, a ella tal vez la recuerden los más grandes pues no hace tanto que se jubiló; por muchos años realizamos juntas este trabajo. La extrañé mucho. Cuatro años más tarde, en 1992 llegué yo para reemplazar a Noemí y tuve el gusto desde entonces de compartir con Elda, 15 años de esta tarea que tanto amamos.
Cuando Elda se jubiló me acompañó por un año Marcela y hoy trabajo junto a Edgardo.
Nuestro orgullo fue verla crecer tanto... tanto... que ya prácticamente no tenemos lugar. En muchas oportunidades les contamos, entre otras cosas, como inventariamos los libros cuando llegan a la Biblioteca, ese numerito que colocamos junto al sello, y que ustedes reconocen cuando registran el préstamo de un libro en su ficha personal; ese inventario lo empezaron a hacer Elda y Noemí en el año 1987, hasta entonces no se inventariaban como hoy, Norma lo hacía en libros especiales y se trabajaba en el aula o en la sala, en la hora del cuento y salían en préstamo por poco tiempo; no se hacían las fichas de alumnos ni docentes, se registraba en cuadernos.
Los libros eran mayormente informativos, no había tantos de Literatura como ahora, hoy vamos por el número de inventario 8438 y día a día sigue creciendo, muchos por donación, otros enviados por el Ministerio de Educación de la Nación y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y muchísimos otros, los más, comprados por nuestra Asociación Cooperadora que siempre está atenta a nuestro pedidos y sugerencias; ellos realizan una labor tan grande que motivan nuestro continuo agradecimiento.
Y no solamente tenemos libros, hay muchos otros elementos que facilitan la tarea y el estudio y también películas instructivas y recreativas, pero éstas no salen en préstamo.
Muchas veces, cuando hablamos del inventario, y ver estos números de varias cifras nos preguntaron cuál fue el primero; hoy se los cuento; como no podía ser de otra manera, el libro que lleva el N° 1 es un ejemplar de nuestra obra cumbre en Literatura, el MARTÍN FIERRO
Marta

Por estar nuestra escuela en la vereda de números par de la calle Río de Janeiro pertenece al barrio de Caballito, ya que justamente esta calle es uno de los límites del barrio.
Las tierras del barrio de Caballito, pertenecían al Partido Provincial de San José de Flores.
En fecha del 15 de febrero de 1821 Don Nicolás Vila, inmigrante genovés, compra a don Juan Antonio Avalos una manzana delimitada por las actuales Av. Rivadavia y Emilio Mitre. En ese predio edificó una casa de cuatro habitaciones, destinando una de ellas a una pulpería (nombre con el que se conocía a los bares en aquella época). Las particularidades de esta tienda eran dos: la primera es que la cerca estaba realizada con la tablazón de una vieja ballenera que había encallado enfrente del paseo de La Alameda, la segunda es que su mástil fue plantado en un palenque situado frente a una de las puertas de ingreso al local en cuyo extremo superior instaló una veleta de latón con la figura de un caballito. Desde ese momento, los concurrentes al negocio usaban la veleta como referencia geográfica (antes, después o frente a la veleta del Caballito) lo cual terminó institucionalizando el nombre que se extendió a todo el barrio "Caballito". La pulpería se encontraba ubicada a orillas de lo que era el antiguo Camino Real, actualmente Avenida Rivadavia, en su cruce con "El camino del Polvorín", actualmente calle Emilio Mitre
La veleta se encuentra desde 1925 en el Museo Histórico de Luján. En la esquina que fuera su primera ubicación, hay una placa que la recuerda y en la Plaza Primera Junta hay una réplica, obra de los escultores Luis Perlotti y Juan Carlos Ferraro. Antes de la llegada del ferrocarril, Caballito fue una zona de grandes quintas, muchas usadas como vivienda permanente, muy tranquilo y residencial. Una de sus famosas quintas fue la de Ambrosio Plácido Lezica, a partir de la cual en el año 1928 nace el hoy llamado parque Rivadavia.
La llegada del tranvía y luego la del subterráneo como en muchos otros barrios de Buenos Aires, contribuyeron favorablemente en sus principios para impulsar un gran desarrollo habitacional y comercial en la zona. La llegada de numerosos inmigrantes que precisamente trabajaron en la construcción del subterráneo, el barrio se transformó totalmente, dividiéndose en dos; una zona elegante, muy tranquila y muy cara, y otra muy bulliciosa y comercial. También posee casas sencillas y departamentos altísimos y superpoblados.
El barrio se encuentra en el centro geográfico de la ciudad y está limitado por las calles Av. Juan B. Justo, Av. San Martín, Av. Angel Gallardo, Río de Janeiro, Av. Rivadavia, Av. La Plata, Av. Directorio, Curapaligüe y Tte. Gral. Donato Álvarez. Limita con los barrios de Villa Crespo al norte, Almagro y Boedo al este, Parque Chacabuco al sur, y Flores y Villa Mitre al oeste.


Escudo del barrio
del Caballito

sábado, 8 de mayo de 2010

  La casa maldita de Ricardo Mariño compra de la cooperadora